Los sistemas para la detección de fugas pueden agruparse en tres tipos que utilizan métodos diferentes:
- sistemas basados en la variación de la presión a lo largo del tiempo;
- aparatos para la identificación (detección o localización) de las pérdidas, aprovechando principios físicos, más o menos complejos, que transforman el flujo de simple aire que atraviesa el orificio de pérdida en un fenómeno visible, auditivo o que puede de alguna manera ser monitoreado; entre ellos, los sistemas de medición por ultrasonido y la detección mediante burbujas;
- sistemas que utilizan gases trazadores (por lo general helio) detectados con dispositivos térmicos, electroquímicos y espectrometría de masa